Taller de Risoterapia
Hace unos días tuve la oportunidad de colaborar en el taller de Risoterapia organizado por María Mesa y Eva Cuenca en la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer en San Fernando (Cádiz). Fue una experiencia maravillosa, donde el poder curativo de la risa permitió que los participantes se olvidaran por un momento de sus preocupaciones y simplemente disfrutar del momento. La energía era contagiosa, y pronto todos estábamos riendo, aplaudiendo y participando en dinámicas que estimulaban la creatividad y la conexión emocional.
Como sabéis, mi objetivo es captar sentimientos y emociones, y creo que en esta ocasión logré transmitir la maravillosa experiencia que viví en el taller.
A medida que avanzaba la sesión, se hacía evidente cómo la risa rompía barreras y acercaba a las personas. Todos compartimos historias, anécdotas y momentos de alegría, recordando que, a pesar de las dificultades, siempre hay espacio para la risa y la esperanza. Fue conmovedor ver cómo, incluso aquellos que estaban pasando por situaciones difíciles, encontraron consuelo en la risa compartida.
Al final del taller, todos parecían más relajados y animados. El efecto de la risoterapia se notaba en el cambio de energía y actitud de los participantes. Hubo agradecimientos, abrazos y muchos expresaron su deseo de reunirse nuevamente para reír juntos una vez más.
Esta experiencia me hizo reflexionar sobre la importancia de la risa como herramienta de sanación y conexión humana. En un entorno donde suelen predominar el estrés y la tristeza, el taller de risoterapia fue un recordatorio de que el humor puede ser un bálsamo poderoso. Además, me llevó a valorar el trabajo y la dedicación de los facilitadores, quienes, con empatía y habilidad, crearon un espacio donde todos pudimos ser nosotros mismos y encontrar algo de alivio en medio de las dificultades. Fue un privilegio ser parte de algo tan especial, y espero tener la oportunidad de repetir la experiencia en el futuro.